Sueño lúcido
Me
encontraba en un restaurant, era muy grande tenía tres pisos. Era muy luminoso,
blanco, sus mesas grandes redondas también con manteles blancos. Escuchaba una
voz clara decirme:
“El número
es 137. Ese es el número."
Yo estaba en
el último piso sentada a una mesa grande redonda con varias sillas, estaba
sola, veía ancianas en otra mesa.
Una chica,
la moza, ella se encontraba vestida de blanco, camisa y falda blanca. Se
acercaba con un plato para mí que parecía una tortilla, era una masa de forma
redonda y finita color amarillo.
Ella me
decía:
_” ¡Come, es
para ti!”
Solo comía
un pedazo y llamaba a la chica para que lo guarde y se lo de a otra persona.
Ella me
decía:
“137. Este
es “El número.”
En ese momento
todo quedaba como congelado en el tiempo y una gran luz violácea venía hacia
mí. Pero no me cegaba esa luminosidad, por el contrario me parecía muy hermosa.
Era envuelta
por ese color violeta, y escuchaba una voz clara y potente decirme:
“Soy Uriel,
en esto que te doy está mi esencia, llévalo contigo para bendecir cada lugar
que tocas, puedes mostrarlo, prestarlo pero debe volver a vos, porque tu lo
portas.
Esto es tuyo,
es por tu labor, impregnar todo con él, su esencia tiene que perfumar lejos, lo más lejos posible.
Sólo ves energía,
como eres tú y todos.
Somos
energía, me reconocerás por ese nombre que resonará con tu energía.
Somos más
allá de las formas. Somos todas las formas o ninguna de ellas.”
Veía en mi
cuello un hermoso collar, era de cristales lilas en forma de pétalos, y tenía una
cruz plateada colgando cada once pétalos. Era muy lindo, me lo sacaba y miraba
de cerca.
Todo mi Ser irradiaba
esa luz violeta, el perfume era exquisito olía como jazmines.
Al despertar
seguía oliendo ese suave olor a jazmines y sintiendo en mi cuello ese collar de
cristales lilas.
Gracias,
Gracias, Gracias a esta preciosa Energía de Uriel y ese hermoso regalo.
Quisiera
hacer una aclaración, no sabía quién es Uriel, lo busqué y encontré que era un arcángel.
No conocía a este arcángel, más allá de que lo que se presentó en mi sueño fue
su energía y ese obsequio que me dio, que pude sentirlo y verlo en detalle y hasta
ahora puedo recordar y hasta sentir su perfume.
También no
se porque se me dijo como importante el número 137.
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