28 de Enero 2018
Sueño lúcido
Era un sueño común, hay una particularidad se
cuando estoy soñando, soy consciente de ello y reconozco cuando el sueño es
común. Esta era una de esas ocasiones y muchas veces, como en esta me digo a mi
misma que sueño aburrido y decido cambiar de sueño.
En ese momento al pensar eso, el sueño
desaparece y aparezco en un lugar sola. El
sitio estaba lleno de bruma, que parecía brotar del suelo e inundarlo todo,
“tipo película”, apenas se veía. Caminaba y de repente se abre esa bruma y veo
en el centro a mi mamá (ya fallecida). Estaba hermosa, me llamó la atención que
se veía mucho más joven que en otras oportunidades, en este caso parecía de
veinte años o menos. El largo de su cabello era debajo de los hombros, color negro
con mucho brillo y estaba peinada con
una media colita. Estaba vestida con un vaporoso vestido blanco de mangas
cortas, su piel parecía transparente, sus labios rojos y sus ojos de un azul
intenso, que llamó mucho mi atención.
Ella sonreía constantemente y se veía muy feliz.
Ella me transmite:
“Aquí estoy, siempre estoy a tu lado. Aunque no
me veas estoy cuidándolos”.
Esto siento que es referencia a que estuve
pensando en estos días, que hacía tiempo que no soñaba con ella.
Estaba muy feliz de verla y una inmensa paz
brotaba en su presencia. Era tan bello ese momento que podría haber durado para
siempre.
Ella gira y me transmite que mire más atrás de
ella. Al hacerlo a lo lejos veo la figura de un hombre.
Me acerco y veo que es un hombre joven, alto, de tez
extremadamente blanca, su cabello era ondulado y vestía una chaqueta blanca, de sus ojos parecían salir destellos de luz, no veía sus pies parecía flotar en esa bruma blanca.
Sentía que lo conocía, pero no recordaba de
donde. Este Ser me transmite:
“Me conocés, desde siempre”.
De golpe lo abracé y ví pasar por mi mente como
una película de todos los momentos importantes en los que me había encontrado
con Él, y grité sos el ángel, mi ángel.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios, a mi mamá y a
mi ángel por permitirme vivir estos hermosos encuentros.
Todavía al despertar veía la sonrisa de mi mamá
frente a mí y
Sentía la presencia de mi ángel.
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