24 de diciembre 2020
Caminaba por la calle con mi hija, delante nuestro veo una mujer vestida
con un hábito religioso.
Me sorprende porque es blanco todo su vestido y su manto es también blanco
y muy largo.
Ella iba acompañada conversando con pequeño grupo de personas de las
cuales sólo veía que estaban vestidas con túnicas largas.
Veía una iglesia frente nuestro y mucha gente que parecía esperar para
entrar. Justo al pasar por allí esta mujer vestida de blanco se para y gira
hacia el costado pudiendo verla. Era muy joven y su rostro parecía resplandecer.
La escucho decir en voz clara y fuerte:
“¿Por qué buscan a mi hijo allí? ¿Por qué me buscan a mí allí? ¿Por qué
se agolpan para tocar una estatua, creyendo que el milagro está ahí? ¿Por qué
no reconocen que el milagro está dentro de ellos?”
Al escuchar esto mi corazón comenzó a latir fuerte me emocioné al oír
estas palabras.
En ese instante ella giró hacia nosotras y pude verla.
Sus ojos dulces e iluminados, llenos d
Aquí estoy, busquen a mi hijo entre los vivos, porque Él es la Vida.”
Gracias, Gracias, Gracias a Dios y a la Virgen, por permitirme esta
hermosa y tan movilizadora experiencia.
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