29 de marzo 2019
Introducción:
Por la mañana temprano comenzó a sonar el
teléfono, sonaba y sonaba y me levanté y caminé hasta el comedor para
atenderlo. Al atenderlo escuché un raro ruido de fondo, como si me hablaran
desde un lugar subterráneo, algo así como cuando vas a tomar el subte (en otros
países lo llaman metro). También comparable a como si hablaran debajo del agua, ese sonido se escuchaba de fondo.
Obviamente yo preguntaba quién era, entre todo
ese sonido escuché una voz masculina de un hombre mayor que me decía:” Escuchá
el mensaje.” Esta oración la repitió varias veces, a lo que yo le dije cuál era
ese mensaje y esa voz volvió a repetirlo entre todo ese intenso ruido de fondo.
Luego se cortó la comunicación y al ser tan
temprano volví a mi cama para continuar durmiendo, aunque estaba muy
sorprendida por esa comunicación.
Sueño lúcido:
Coloco acá sueño lúcido, pero confieso que fue
más que eso.
Al regresar a mi cama y acostarme cerré los ojos
y de manera instantánea apareció mi papá (fallecido hace ya muchos años) al
lado de mi cama.
Él me tomó las manos para que me levante y al
verlo me sorprendió como vestía.
Tenía un pantalón blanco, era muy brillante,
podría decir que parecía seda, arriba continuaba la misma tela formando una
camisa, pero sin botones.
Estaba muy feliz de verlo y de tocar sus manos,
que como dije en alguna oportunidad es como tocar un colchón, no es tan blando
como cuando tocas una mano humana, pero tampoco dura. Es una sensación rara,
pero a la vez alucinante ya que sabés que estamos en distintas dimensiones y
Dios, o como quieras llamarle nos permite esta hermosa conexión para volver a
sentirnos.
Él me transmitió:
“Es tiempo de que manifestar tu divinidad.
Manifiesta lo que quieras sin esperar, en el ámbito que desees.
Son ustedes sus maestros. Son parte de Dios, de
esa misma esencia y como Él pueden manifestar acá lo que deseen para que lo
veas y vivas aquí.
También lo pueden reflejar en sus cuerpos
físicos, no importa si realizaron algún “contrato” antes de nacer en este
plano, ahora pueden liberarse de este y sanar sus cuerpos, sus vidas en
cualquier ámbito que quieran.
Son libres comiencen a sentirlo para poder
crearlo y manifestarlo.”
Me entregó algunos mensajes particulares. Pero
este que expongo me pareció relevante para todos, porque, aunque lo sabemos, es
bueno recordarlo y en mi caso es más que significativo que él me lo haya
recordado.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios y a mi papá por
toda esta hermosa vivencia.
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