UN CANTO CELESTIAL

21 de Enero de 2016

Haré aquí una breve introducción. Muchas veces antes de dormir realizo alguna pregunta, se que mediante los sueños me serán respondidas. Y confío en que allí obtendré la mejor respuesta, ya que ahí uno esta al resguardo de todo juicio crítico que a nuestra mente consciente le encanta hacer.

Esta vez recibí una hermosa respuesta.

Sueño lúcido

Me encontraba dentro de un sueño común en el que estaba transitando por una ciudad, cuando en ese instante ocurrió como una interferencia. Podría compararlo a cuando se va la señal de televisión y de golpe aparecen rayas y el ruido característico de que no hay señal.

Luego aparece mi mamá.

Ella me dice (por transmisión de pensamiento):

“Te mostraré que si existen otras vidas paralelas que por ejemplo se están dando en este momento. La que ahora estas viendo es una parte de una vida la cual vos llamarías futuro.”

En ese momento veía como se tiraban edificios viejos que ya estaban deshabitados, y como los escombros eran removidos en minutos por máquinas. Las cuales eran manejadas por obreros de manera remota, con aparatos parecidos a los celulares los cuales respondían a las órdenes que ellos les daban mediante su voz.

Y luego allí construían en ese mismo  momento edificios que realizaban en pocos minutos mediante estas máquinas y quedaban totalmente terminados de forma perfecta. Sus fachadas eran coloridas y sus interiores alucinantes.

De golpe comenzaba a escuchar una música hermosa, con voces celestiales. Su sonido era maravilloso y me sentía atraída envolviéndome en una atmósfera de una inmensa paz que a la vez me conmovía profundamente. Jamás acá en este plano escuché tan hermosa melodía y voces de ese estilo, podría decir que era de una perfección absoluta. Su sonido era realmente exquisito.

En ese instante mi mamá me dice (por transmisión de pensamiento):

“Me están llamando.”

Le pregunto quiénes la estaban llamando y ella me contesta:

“Son los ángeles, debo irme.”

Continuo diciéndole porque te llaman y que haces allí que te tienes que irte.

Ella me contesta:

“Allí es mi lugar y estoy muy bien. En ese lugar hago muchas actividades que son para mí evolución. Te asombrarías de ver todas las cosas que hacemos. El sitio en el que me encuentro es muy hermoso, como así también todo y todos los que me rodean.

Los ángeles nos guían en muchas ocasiones entre estos  dos planos.

Ellos en varias oportunidades me ayudan con la energía, por ejemplo cuando me ves y tienes tus ojos abiertos y puedes tocarme.

También saben frecuentemente el momento propicio para ingresar en tus sueños y cuanto debo permanecer en él.

Sabe que siempre estoy contigo, desde allí podemos verlos. Siempre estas presente para mí. Y yo estoy siempre cerca de ti.”

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS a mi Mamá y 

a Dios por permitirme tan preciosa y dulce 

experiencia.