Sueño lúcido
11 de Noviembre 2018
Fue una noche intensa. Recuerdo varios sueños,
los cuales fueron muy vívidos.
Pero este me resultó muy extraño.
Había despertado y era temprano todavía, así que
con mucho placer me dispuse a volver a dormir.
Me encuentro en un bosque muy bonito, muchos
árboles en diferente gama de verdes, y variedad de marrones hacían un marco
perfecto y un deleite a la vista. Me quedaba mirando el sol como sus rayos
acariciaban esos árboles y su luz se abría en un gran prisma ofreciéndome una
paleta inmensa de colores brillantes.
Miraba por el hueco entre esos árboles altos al
cielo y allí veo muy claro, como se formaba esta pregunta en el cielo, “¿Los
ángeles existen? Se formaban las palabras cómo si alguien escribiese muy grande
y claro en el cielo.
Cuando vuelvo la mirada hacia los árboles, a mi
lado veo una mujer totalmente cubierta por esos rayos de luz de sol. Puedo apenas
ver su cabello recogido con un rodete. Diviso su contorno, ya que está
íntegramente bañada de luz. Sólo puedo apreciar que al terminar su vestido
largo no tiene pies y flota, también puedo observar que se mantiene sobre rayos
de luz.
Ella me sonríe. La luz que la cubría se hace más
fuerte.
Aunque esa luz la bañaba por completo, podía
sentir su mirada muy potente, la conexión era muy fuerte con este Ser. La
sensación era de una gran paz, se respiraba eternidad a su lado. Un eterno
presente, era como que sólo importaba estar, vivir ese momento que podía ser
eterno.
En ese instante la nada y el todo se tocaban, estaba
suspendida, donde todas las posibilidades estaban, sentía que todo es y a la
vez nada es.
Esa luz comienza a extenderse hasta mí, en ese
instante me encontré dentro de un gran espiral, pero no tengo cuerpo físico.
Ese inmenso espiral contiene números. Era una secuencia de números, en el
comienzo podía ver escrito el número uno, luego otro uno, pero no era una
secuencia de uno, dos, tres, cuatro, cinco, etc., sino una secuencia bastante
distinta a esta.
Al acercarme a estos números se unían unos con
otros se cambiaban rápidamente y podía ver eventos, tanto pasados como otros
que aún no ocurrieron.
Era muy vertiginoso estar dentro de esa espiral.
La velocidad con la cual podía ver esos sucesos
era cada vez mayor hasta que colapso todo en un segundo y me vi de nuevo frente
a este ser.
Ella sonreía y sentí calor entre mis manos al
mirarlas tenía un rayo de luz entre mis manos, éste irradiaba hermosos colores.
Gracias, Gracias, Gracias a este Ser y a Dios
por permitirme estas hermosas experiencias.
Ese día pasó algo muy particular pasaba frente a
cualquier aparato electrónico y éste se apagaba bruscamente y luego de unos
minutos se encendía solo y marcaba el número 33.
Al despertarme mi reloj despertador que es
eléctrico se apaga de manera brusca y a los minutos comienza a funcionar y
marca ese número, la televisión se apaga y prende al minuto marcando ese
número, cuando entré a un lugar esa mañana se detiene el portón eléctrico y
cuando fuimos a ver su caja marcaba ese número, la radio de mi vehículo dejo de
funcionar y a los minutos volvió a funcionar y marcaba ese número. Cada lugar
que iba los aparatos eléctricos se apagaban cuando pasaba y fui testigo de como
se volvían solos a encender y marcaban ese número.
No se que querrá decir pero me pareció que no
era una casualidad.
Los ángeles existen y muchas veces se visten con ropas terrenas.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por escribir aquí!💔
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