Sueño lúcido
Apareció
frente a mi cama un Ser muy alto, jamás había visto a alguien tan alto, mediría
más de dos metros y medio de altura aproximadamente.
Era robusto pero
delgado vestido con un traje metalizado color plateado. Este traje le llegaba
hasta el cuello casi lo tapaba por completo y al ser tan alto era difícil poder
ver su cara ya que en su cabeza también tenía algo metálico plateado que la cubría
solo dejando ver su rostro.
Este Ser
extendió su mano hacia mí. Pude ver que sus dedos eran largos y finos. Y telepáticamente
me dijo:
“Lo habías
pedido. Te llevaré a donde querías ir.”
Extendí mi
mano hacia él y telepáticamente me dijo:
“Debes tener
la ropa adecuada para poder ir conmigo.”
En ese
momento al verme tenía un enterizo metalizado (pero el mío era blanco
metalizado) hasta el cuello, igual al de este Ser.
Acto seguido
y no se como, aparecimos en un lugar descampado. No se porque pero sabía que
era muy lejos de la ciudad y sentía también que era bastante lejos de donde
vivo.
Ese lugar
era muy grande, abarcaba varias hectáreas, era un enorme lugar asfaltado y no
había ninguna construcción allí.
Nos paramos
con este Ser en un determinado lugar. Acto seguido diferentes bloques de ese
asfalto comenzaron a moverse como en bloques muy grandes, subiendo y
colocándose hacia los costados abriéndose ante nosotros un gigantesco lugar en
la Tierra de la cual veía emerger una inmensa nave. La
forma era triangular, como un avión pero sin división con las alas, era entero, formaba un triángulo.
Cuando la
nave estuvo sobre la superficie pudimos subir a ella.
Luego supe
que nos elevábamos y aparecimos en un lugar que sabía no era la Tierra.
Este Ser me
llevó a una sala muy grande donde se encontraban varias personas, algunos seres
igual a este Ser y también había seres humanos allí.
Se
encontraban dialogando sobre diversos temas. Cuando me integré al grupo, este
Ser que me había llevado hasta ahí se fue.
Pude ver que
todos giraron entorno a nosotros cuando llegamos, como así también que este Ser
que me había llevado hasta allí era alguien importante en este lugar.
Los seres
extraterrestres preguntaban a los humanos sobre la forma de vida nuestra, se
veían preocupados por nuestras relaciones, es decir, por como los humanos nos
llevamos entre nosotros.
También se
hablaba sobre lo que nosotros llamamos seres queridos o amados. Es decir a lo
que los humanos llamamos amor. Y ellos también nos transmitían telepáticamente
lo que ellos llaman Amor. Lo cual podía ver que difería bastante el concepto de
ellos al nuestro.
Ellos no
entendían cuando uno de los seres humanos hablaba de lo que nosotros
consideramos pareja o marido. Para estos seres era un concepto totalmente
desconocido.
Uno de esos
seres me miró muy profundamente y me dijo por telepatía:
“Y tú puedes
ver el Amor que te tenemos. Eres un Ser muy amado para nosotros y sobre todo
para él. “
Me lo quedé
mirando sin saber que responder al mismo tiempo sentí una gran emoción que me
embargaba por completo. Jamás había sentido tan profundamente esa palabra. En
este Ser la palabra Amor tenía una carga emocional totalmente distinta a la que
jamás había sentido.
Este Ser
continuó diciéndome telepáticamente:
“Él te fue a
buscar porque siente un inmenso Amor por ti. Siempre está pendiente de ti, y
anhela mucho tenerte, poder estar contigo.”
En ese
momento se hizo un gran silencio y no sabía que decir a esto.
En ese
momento volvió este Ser, el cual me había llevado hasta allí. Era hora de
regresar.
Él me miró y
extendió su mano hacia mí. Y acto seguido me vi de nuevo en esa nave junto a
este Ser.
Y luego
recuerdo verme en mi habitación de regreso y él a mi lado mirándome con una
mirada azul muy profunda y con su mano extendida hacia mí.
Él me dijo
telepáticamente:
“Siento una
profunda tristeza en tener que irme. Pero quiero que sepas que siempre estaré a
tu lado. Puedes llamarme cuando quieras, solo con un pensamiento tuyo aquí
estaré.”
Cuando
comencé a abrir los ojos todavía podía verlo con su profunda mirada y su mano extendida
tocando mi mano.
Las horas
transcurrieron y todavía puedo sentirlo a mi lado.
Fue una
experiencia maravillosa, única, y el profundo Amor en la mirada de este Ser
jamás se borrará de mi mente y de mi Alma.
Gracias,
Gracias, Gracias a Dios y a este hermoso Ser por permitirme vivir esta
inolvidable experiencia.
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