31 de
Diciembre 2017
Sueño lúcido
Introducción:
Me desperté
luego de haber dormido ya cinco o seis horas, pero al mirar el reloj veo que
tengo todavía una hora más para poder seguir durmiendo.
Creí que me
iba a resultar difícil poder volver a conciliar el sueño, pero…
Me veo en
una gran sala con una enorme mesa de vidrio oscuro con muchas sillas alrededor.
Se que estoy en un monasterio y que estoy preparando el desayuno para muchas
personas que allí residen.
Estoy
arreglando las cosas y voy hacia un rincón allí se encuentran varias estatuas o
imágenes de cerámica, lo particular es que eran muy grandes como de un metro
veinte de alto o un poco más.
Una de las
figuras que llama mi atención es una muy similar a la Virgen de Luján, pero me
quedo viéndola porque la imagen original que conozco, ya que es como la imagen
oficial de la Virgen en Argentina tiene su manto celeste y su piel morena, pero
esta su manto y piel era blanca. Al lado
veo una enorme imagen que podría ser de un santo, no conozco de ellos pero
buscando en imágenes encontré una idéntica que corresponde a San José con el
niño Jesús.
Me quedo
mirando estas enormes estatuas y preguntándome el por qué de sus tamaños cuando
veo que algo más hay detrás de ellas. Al mirar veo una imagen aún más grande que
éstas, era una mujer (de tamaño de un
ser humano) con una larga pollera de raso color anaranjado muy brillante, con
una blusa de mangas largas y cuello cerrado color blanca. Continuo despacio
mirándola, su cabello estaba recogido con un rodete, tenía tez blanca, no veía sus pies,
parecía flotar.
Me pregunto
quién es ella? En ese instante comienzo a notar que se mueve y veo sus ojos
brillantes como transparentes penetrar en los míos.
Siento
dentro de mí una potente voz que dice:
“¿No me
conoces?
Siento
dentro de mí una potente voz que dice:
“Aquí estoy,
vos pediste saber. Soy esa imagen y Soy ésta que ves frente a ti”.
Continúo
fundida en su mirada y siento dentro de mí una gran paz, era como que el tiempo
se hubiera detenido y sólo existía ese instante continuo.
Gracias,
Gracias, Gracias a Dios y a la Virgen por permitirme estas hermosas y
reveladoras experiencias.
Cuando
despertaba todavía podía verla y sentir su presencia a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario