23 de Diciembre 2015
Sueño lúcido
Me encontraba
durmiendo cuando abro mis ojos y veo el espejo que se encuentra a la derecha de
mi cama iluminado, una enorme luz venía desde el centro del espejo. Me quedo
inmóvil al verlo, instante seguido se encuentra a mi lado un ser muy alto, al
principio solo veía su contorno iluminado. Me siento tranquila y una gran paz
me invade. Este Ser roza mi mano y me incorporo. Veo mi cuerpo en mi cama pero
al mismo tiempo estoy parada junto a este Ser. Puedo ver que este Ser esta
vestido con un enterizo color cobre muy brillante, sus ojos son grandes y sale
luz de ellos.
Este Ser me dice
(siempre por transmisión de pensamiento):
“Vamos a donde
pediste ir.”
En ese instante es
como que la luz que salía del espejo se extendiera y quedamos en medio de esa
inmensa luz.
Al instante me veo
en una nave, sus paredes están como acolchonadas, ese lugar tiene una acústica
especial.
A mi lado se
encuentra este Ser con el cual me transporte hasta allí, luego aparece un
hombre también alto y vestido igual que el primero, pero su aspecto era de un
hombre más grande. Tanto el primer Ser como este segundo su piel era blanca.
Este hombre me dice
(siempre por transmisión de pensamiento):
“Tu lo pediste y
aquí estas.
Soy el comandante de
esta nave.
Has estado muchas
veces acá, has conducido estas naves. Esta es una nave pequeña ubicada cerca
del planeta Tierra. Desde acá podemos observar muchas cosas que acontecen allí.
Ven conmigo y la recorreremos.”
Pasamos a otro
lugar, era un salón más grande, lo sorprendente era que en esos lugares había
mucha luz, pero no había ninguna lámpara. Las paredes de este salón eran
enormes pantallas. Allí había unas cinco o seis personas, una de ellas una
mujer muy alta y delgada, su cabello era castaño muy largo y lo tenía recogido
con una cola, vestida con una camisola blanca con amplias mangas que tenían ribetes
en los puños y cuello color cobre brillante como si fuese de raso y unos
pantalones blancos.
Ella me sonríe y me
dice (siempre por transmisión de pensamiento):
“También yo estoy
encarnada en el planeta Tierra y vengo acá para realizar trabajos de logística.
Mira…ves allí estoy en este momento en la Tierra. Estoy embarazada y tendré un
hijo que esta acá y encarnará allí para poder terminar la misión de rescate
allí.”
En ese momento en
las pantallas se podían ver diferentes vidas de personas que ellos me
explicaban estaban encarnadas aquí, y que estaban en misión en este planeta, de
las cuales me explicaban también formo parte.
Me sentía muy bien
allí, era como mi familia. El lugar lo sentía propio, me senté frente a los
comandos con los que se manejaban estas pantallas y los sentía conocidos. Todos
eran muy amables y serviciales.
Luego me condujeron
hacia la sala de comando de esta nave y sentí algo muy especial, pude sentarme
en el lugar de mando y tuve una certeza absoluta que en muchas ocasiones había
estado al mando de alguna de estas naves.
Al comenzar a
despertar sentí en mi cuerpo una sensación de vértigo y abriendo mis ojos pude
ver una fuerte luz que salía del centro del espejo que se desvanecía
lentamente.
Debo decir que antes
de quedarme dormida pedí muy fuerte poder volver a algún lugar en los que
estaba antes de encarnar aquí.
Gracias, Gracias,
Gracias a este Ser que me vino a buscar, a todos los Seres que me recibieron
allí, y a la Fuente por permitirme esta preciosa experiencia.
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