29 de Abril
2017
Veo que
estoy dentro de una nave en la que me encuentro junto a varias personas. Escucho
son 121 científicos.
Acto seguido
me veo saliendo de esa nave junto a estas personas.
Veo un Ser masculino
muy alto. Este Ser nos conduce a un
lugar donde había niños y jóvenes de ese lugar.
Por
telepatía se nos decía que fuimos llevados para realizar diferentes
actividades, la mayoría trataba de poder interactuar con estos niños y jóvenes
de ese planeta. Ellos nos decían que querían que nosotros les mostremos como
son y que hacen nuestros niños y jóvenes acá.
Ellos nos
transmitían telepáticamente que fuimos escogidos en nuestras actividades que
desarrollamos acá en el planeta Tierra porque también podíamos aportar para el
desarrollo de sus niños.
Antes de
entrar en estos lugares nos llevaron para que cambiáramos de ropa, teníamos
unos enterizos y nos fue dada una ropa blanca. Una camisa de mangas largas amplia
y un pantalón.
Recuerdo que
el grupo que me tocó observar e interactuar con ellos eran altos (más allá de
que la edad cronológica es distinta a la nuestra y esto nos era explicado)
podría decir que un niño que acá tiene 9 o 10 años y que acá mediría 1,30m 1,40
m (en un rango aproximado, ya que puede haber niños más bajos y otros más
altos) allá su estatura es mucho mayor. Su piel era blanca, casi traslúcida,
sus bocas pequeñas, cabellos rubios en diferentes tonalidades, algunos rubio
muy claro otros más oscuros y algunos rubios rojizos.
Este Ser
adulto que nos conducía a estos lugares con estos chicos, también participaba
junto a otros que querían ver como eran nuestras actividades con ellos.
Ellos decían
que nosotros tenemos algo especial, nos decían por telepatía que les llamaba la
atención nuestra cara y nos marcaban nuestros labios y cuando sonreíamos. Estos
Seres nos transmitían que emanamos algo especial que quería le pudiésemos
transmitir a sus generaciones de jóvenes.
Luego con
ese grupo de jóvenes recorríamos varios lugares que eran donde ellos
concurrían, como si fueran las escuelas. Eran construcciones subterráneas. Eran
grandes salones, en uno de ellos había una serie de pantallas sobre una mesa
muy larga. Estos jóvenes nos mostraban como trabajaban con ellas. Nos mostraban
que esas pantallas trabajaban en concordancia, es decir estas pantallas
plasmaban lo que ellos mentalmente le decían, ejemplo un dibujo de un lugar y
la pantalla de al lado realizaba este dibujo pero con algunos agregados más y
la de al lado seguía ese dibujo mostrando mejor su perspectiva y la de al lado
seguía ese dibujo mostrándolo como se vería desde atrás y la de al lado
mostraba ese dibujo visto desde arriba. Todas funcionaban en resonancia, desde
esa primera idea que el niño había plasmado mentalmente.
Me entendía
telepáticamente con estos niños y ellos me animaron a sentarme y realizar esta
actividad con ellos. Era asombroso ver como mi idea era plasmada por esta
pantalla y se multiplicaba en las otras mostrando este dibujo en todas sus
expresiones.
Por
telepatía le trasmití que aquí a los niños les gustan los colores tanto para
jugar como para vestirse y ellos quisieron utilizar colores.
No puedo
precisar como fue pero se que aparecieron utilizando unos gorros (como si
fueran de una tela parecida a la lana) de colores. No se como pero sentía que
estaban felices de este intercambio. Ellos me acompañaron por un largo
recorrido y salimos a la superficie por una cinta que se encontraba en el piso
y que nos llevo a la superficie. Al salir todos los chicos se pusieron sus gorros, sentía
que era en respuesta a eso que les había transmitido de los colores y
queriéndome mostrar que les había gustado pasar este tiempo conmigo. Algo así
como un lindo gesto de despedida.
Al salir me
quedé mirando el paisaje. Había construcciones de casa bajas de forma cuadrada
y rectangular una al lado de la otra, una pegada a la otra. Solo había una
franja de un lado y podía ver un puente, y al terminar este puente otra franja
de construcciones igual. Sabía que la mayoría de sus construcciones eran
subterráneas.
Veía que por
ese puente transitaba un vehículo como si fuera un bus, pero sin ruedas, podía
ver que se desplazaba por ese puente.
Lo que llamó
mucho mi atención es que la tierra y el lugar se veían dorado. Al observar esto
miro a este Ser masculino que nos acompañaba desde el primer momento y él me
transmite que mire hacia arriba y puedo ver como si fuera un polvo que caía
color dorado, como si fuese la nieve de aquí, pero era polvo muy muy muy fino
casi imperceptible pero que teñía todo de ese color.
El paisaje
era hermoso, sentí que me quedé un buen rato apreciándolo, me sentía como
extasiada observándolo. Luego de haber despedido a estos niños, que también me
hizo muy feliz poder interactuar con ellos. Sentía que ambos habíamos podido
nutrirnos en este intercambio y que pasamos un hermoso tiempo junto.
Gracias,
Gracias, Gracias a Dios y a estos Seres, a estos niños y jóvenes de ese lugar que me permitieron tener esta tan linda
experiencia que realmente me llena el Alma.
Al despertar
todavía tenía en mis ojos esa imagen de ese lugar y una profunda paz se
apoderaba de todo mi Ser.
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