2 de
Noviembre 2016
Mucho más que un
sueño lúcido
Me encontraba
en un sueño común, en el mismo sueño yo sabía que estaba soñando y me
preguntaba el por qué estaba soñando con estas cosas que no se entendían y que
era un sueño sin nada para extraer de él. Pensé dentro del sueño que quería
cambiarlo y en ese momento me encontré en una habitación muy grande estaba
vacía formaba parte de una casa. Sabía que en la habitación contigua a la que
estaba se encontraba mi hija.
Las
habitaciones de allí estaban vacías como si fuéramos a pintar o limpiar, yo estaba
poniendo en una caja algunas collares y el último era una especie de rosario,
pero no era un rosario como se lo conoce, era muy chiquito y tenía diez cuentas
de color rosa, al unirse terminaba en tres cuentas y de allí colgaba una
medalla de plata en forme rectangular.
Pensaba al
guardarlo que era muy raro esa especie de rosario.
En ese
momento escuché pasos firmes por un pasillo que se encontraba al frente de la
habitación, me asustaba y le gritaba a mi hija que mire y con voz muy firme en
voz alta decía quién era. Veía una sombra
que pertenecía a un hombre y al alzar mi voz paró. Se paró en la
entrada de la habitación que estaba yo y vi con una gran sorpresa que era mi
padre (fallecido en el año 2000).
Él entró
hasta donde estaba yo, se encontraba igual que era él cuando falleció y vestido
de igual forma a la que habitualmente se vestía, pantalón de vestir marrón,
camisa, pullover marrón. Mi emoción era inmensa.
Le dije:
“¿Dónde
estuviste?”. Al mismo tiempo pensaba que tonta la pregunta que le había hecho.
Pensé que me va a decir, “estuve muerto”.
Él de forma
graciosa, se para con una mano en jarra y me dice:
“Paseando
por Holanda.”
No entraba
en mí de la emoción, llamé a mi hija para que lo viera. Me acerqué a él y lo
abracé muy muy muy fuerte y era tan grande la emoción que me desbordaba.
Él me dice:
“Ahora el
que vine soy yo.”
Pensaba al
mismo tiempo es un sueño o lo estoy viviendo de verdad.
En ese instante
comencé a abrir los ojos y sentía sus manos y vi con mis ojos abiertos como se
marchaba de mi habitación y quedé paralizada por un momento, pero luego me
levanté y lo vi allí yéndose y aunque lo veía me decía a mi misma si era cierto
o formaba parte del sueño o de una alucinación mía. En ese momento, él me miró
y la puerta que estaba detrás de mí se cerró y escuché.
“Estoy acá,
me abrazaste y me estás viendo con tus propios ojos. El esfuerzo que realicé
fue muy grande para poder hacer esto, para venir yo hasta acá.”
Luego se dio
vuelta me miró con sus enormes ojos, y luego continuó caminando hasta atravesar
la pared.
Quiero
aclarar que son pocas las veces que pude vivir algo así, esta fusión de dos
mundos. Muchas veces tengo sueños
lúcidos con él, pero estamos en otras dimensiones, planetas, etc. En esos
lugares su fisonomía es más joven que cuando falleció aquí. Hoy, como me
sucedió en una experiencia que relaté que tuve el 31 de Diciembre del 2015,
sucedió lo mismo, pude abrazarlo acá, con este cuerpo físico y sentirlo.
Nos fundimos
en ese abrazo, que como también indiqué otras veces se siente como si fuera un
colchón grueso y muy poco blando. Uno puede ver como los dedos se hunden levemente y se marcan en su
“cuerpo”. Pero es la experiencia más hermosa el vivirlo y ver que vino él hasta
mí. Hoy mi papá estuvo conmigo.
El
cumpleaños de mi papá sería este viernes, y me siento muy feliz por lo que he
vivido y quería compartirlo. Sobre todo por esta fusión que hoy experimenté
entre estos dos mundos.
Es una
sensación que perdura en todo mí Ser, en mis manos, en mis brazos el sentirlo,
el abrazo más hermoso.
GRACIAS,
GRACIAS, GRACIAS A MI PAPÁ POR HABER VENIDO HASTA ACÁ PARA ABRAZARME.
¡TE AMO CON
TODA MI ALMA!
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