Sueño lúcido
11 de octubre 2019
Estaba en un sueño muy lindo en el que podía
transformar las cosas. Al mismo tiempo podía volar.
En medio de ese divertido sueño, veo un túnel frente
a mí, y me meto dentro de este.
Al atravesarlo era oscuro, totalmente oscuro. Luego
de un rato de transitarlo, al final se podía ver una luz.
Al llegar a esa luz, vuelvo a ver otro túnel,
oscuro.
Decido atravesarlo y puedo ver otra luz al
final.
Allí un ser me recibe y transmite:
“Esto no es un sueño, estas en otras esferas. El
sueño tiene proyecciones tuyas, tanto de tu presente como anteriores. Aquí, no.
Estás en una densidad muy diferente a la
acostumbrada.
Abre tu mente a la vasta vida que albergan los universos.”
Este ser era alto, vestía una túnica blanca hasta
más debajo de las rodillas y luego un pantalón del mismo color.
Me llamaba la atención sus dedos, eran muy
largos y finos. Podría decir que eran solo huesos, casi no contenía carne.
Había otros seres distintos entre sí.
Unos muy altos, cuerpos muy delgados.
Su piel parecía transparente, su cabeza grande,
sin cabello, ojos grandes. Los cuales sólo tenían un iris muy grande que ocupaba
toda la cavidad del ojo, sin ningún espacio blanco. Eran humanoides, no podría
distinguir el sexo.
A estos seres los reconocí, ya he tenido
experiencias en otras oportunidades, en las que también se encontraba mi papá.
Otro su piel era azulada, me llamó la atención
sus ojos grandes. Su mirada parecía penetrar hasta lo más profundo de mi ser.
Otro ser, pero su piel era de un tinte
anaranjado, sus ojos eran también de una mirada potente.
Sus manos tenían más dedos que los nuestros y se
veían también muy finos y largos.
Este primer ser, me transmite:
“Cambio de frecuencia. 2211. Activación en
proceso.
Apertura del código frecuencial.”
Al mirar a mi alrededor se hallaban este primer
ser y tres seres, que ya he tenido experiencias con ellos. Seres blancos, altos
cabezas grandes, ojos muy grandes. Seres humanoides ya que es indistinguible su
sexo.
Delante de mí, podía ver una enorme pantalla con
el número 2211. Y también podía ver, lo que sería una muestra celular.
Estos seres me transmitían:
“ADN”
“Activación realizada, frecuencia introducida en
código.”
Luego al despertar, miré el reloj y para mi
sorpresa todavía era de madrugada.
Recordaba perfecto todo lo que había ocurrido. Y
en mi sensación fue que había permanecido mucho tiempo con estos seres. Podría
decir que muchísimo tiempo, días y hasta meses.
Fue una experiencia más allá de un plano etérico,
los sentí físicamente más real que cualquier situación que vivo a diario cuando
“estoy despierta”.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios por estas
experiencias tan impresionantes. Experiencias que abren la mente a esos otros
lugares, dimensiones, densidades o como quieran llamarle, que desde acá nos es
tan difícil de entender.
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