15 Noviembre 2015
Sueño lúcido
Me encontraba en una
pequeña iglesia era toda blanca, muy blanca con una luz que irradiaban sus
paredes. Veía algunos bancos, como el de las iglesias y en el altar no había
imagen alguna sólo un caja rectangular de cristal parada sobre su base más
chica, dentro había una especie de pirámide u obelisco en miniatura también de
cristal. Esto estaba sobre una pequeña mesa con un mantel blanco. Allí en el
altar se encontraba el Papa Francisco, tenía la casulla blanca (lo que usan
arriba del alba o sotana) con una guarda en el centro y el solideo también
blanco.
Yo tomaba asiento
delante de todo, estaba sola, detrás de mí había algunas pocas personas, el
Papa miraba esta vitrina de cristal y esta pirámide u obelisco de cristal por
sus bordes irradiaba una luz celeste.
Podía ver a su lado
un Ser de Luz muy hermoso, era un Ser vestido con una túnica blanca, lo
envolvía una radiante y hermosa luz blanca.
Este ser me
transmitía su pensamiento, decía:
“Soy Gabriel, el
tiempo se ha cumplido.”
Mirando al Papa
Francisco, decía:
“Debes decir lo que
se te ha encomendado, esa es tu misión. Debes decir La Verdad a la Humanidad.”
El ambiente era muy
agradable se sentía una energía muy agradable, de mucha luminosidad y Paz.
Luego de esta escena
me encontraba sentada junto al Papa Francisco y él me decía:
“Debo decir la
verdad a la humanidad sobre su origen.
Tengo que decirlo
antes de morir. Se que pronto ocurrirá esto y tengo que hablarles a los seres
humanos de su Verdad.
Tienen que saber su
verdadero origen y su verdadero potencial.
Deben conocer La
Verdad, por quienes realmente fueron creados.
Me urgen desde “arriba”
hablar la Verdad, ya se acerca mi hora y la hora de la humanidad. Deben saber su
Verdad y el Verdadero Poder que radica en ellos.
Tengo que decir a la
Humanidad su Verdadero origen, la Verdad de su Creación. La Humanidad tiene que
saber el Verdadero Poder que tienen. Su verdadera esencia.
Gracias, Gracias,
Gracias a este Ser de Luz, a la Energía Divina por permitirme estas hermosas
experiencias.
La verdad nos hará libres.
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