MÚSICA PARA EL ALMA


26 de Julio 2019
Introducción:
Estaba entre dormida y despierta, cuando siento que alrededor mío había alguien. Intento con esfuerzo mirar y veo dos seres blancos, tenían forma humana, pero su piel era blanca (pero de un blanco como si pintases a alguien con pintura blanca), tenían puesto lo que parecía un guardapolvo blanco. Uno se encontraba a mi lado izquierdo y el otro, en la cabecera, recuerdo que por transmisión de pensamiento me decían:
“Solo venimos a equilibrar tus cuerpos por la energía que ingresa a esta Tierra.”.
Recuerdo que hacía mucho esfuerzo para no dormirme, pero me pesaban los párpados y se me hacía imposible mantenerlos abiertos.
Sueño lucido
Estaba caminando por la calle cuando entre los árboles escucho el canto de un pajarito, esto me hizo mirar hacia arriba, el pequeño pajarito cayó y lo levanté, comencé a acariciarlo, vi que estaba bien. Cuando lo iba a dejar en el árbol, miré al cielo y veo a plena luz del día muchas luces en el cielo y no eran aviones. Un enorme conjunto de naves con luces celestes y azules se encontraba ante mis ojos.
En el momento que miraba sorprendida el cielo se abrió. Me sorprendí al ver que, como si fuese un telón, el cielo se abrió dejando un gran agujero negro.
En ese instante aparecí en un lugar hermoso.
Si, tuviese que describir el cielo, o lo que pienso que es el cielo, seguramente esta sería una perfecta imagen de él.
El lugar irradiaba luz, y digo irradiaba porque no había lámparas, ni ningún foco de donde saliera esa luz. Pero ese enorme lugar tenía una potente luz.
Caminaba por ese hermoso lugar y comencé a escuchar una voz, que el único calificativo que encuentro es “celestial”. Era una voz preciosa que iba envolviendo el ambiente (el idioma era desconocido, pero podía entender todo lo que decía).  Era una alabanza a Dios.
Aparecen ante mis tres seres femeninos.
Sus vestimentas eran una especie de mayas enterizas con piernas y mangas largas color blanco, las tres eran casi iguales sus cabellos eran rubio rojizo, sus pieles muy blancas casi transparente.
Una de ellas estaba sentada frente a un enorme piano también blanco, otra de ellas tiene un violín o similar en sus manos y la última una especie de violoncelo, pero se tocaba de manera distinta a la que acostumbramos a ver.
Comienzan a tocar una música preciosa, acompañada de un coro sublime.
Presenciar ese espectáculo es un regalo para el Alma.
Sentía una inmensa paz, un disfrute enorme estar allí escuchando esa música.
Luego escucho la misma voz que había escuchado en mi habitación antes de llegar a este sitio. Al mirar a mi alrededor, detrás de mí aparece uno de estos seres que me transmite:
 “Este es nuestro lugar, queríamos mostrártelo”
Al mismo tiempo me transmitía imágenes a mi cerebro de mí acostada durmiendo en mi cama.
“Sí estás allí, acá y en otros lugares más.”
Al despertar todavía podía escuchar esa hermosa melodía.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios y a esos Seres por permitirme explorar un poco más de esta multidimensionalidad que escapa a nuestro entendimiento humano.
Recordé que, en el año 2011, tuve dos experiencias en mi habitación con estos mismos Seres, pero en esas oportunidades se encontraban acompañados por mi papá (experiencias que se encuentran escritas en la primera parte del blog http://planetadelossuenos.blogspot.com/p/mi-encuentro-con-extraterrestres.html)


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