SIENDO INSTRUÍDA

26 de Abril 2016

Sueño lúcido

Me encontraba en otro lugar distinto a la Tierra. Era como un lugar donde estaba siendo instruida, para actuar en algo, para intervenir en algo.

Era un lugar al aire libre, pero distinto a cualquier lugar terrestre. Allí estaba en compañía de un hombre, el cual tenía rasgos muy particulares.

Rasgos indígenas y orientales. Su pelo lacio y oscuro atado con una coleta, su vestimenta era también particular, tenía una camisa blanca un chaleco como si fuera de terciopelo marrón, y un pantalón amplio marrón con un cinto con dibujos indígenas, de variados colores.

Allí mi cuerpo lo sentía liviano, podía hacer con el, los movimientos que quisiera.

Estaba vestida con un vestido de mangas tres cuartos, la parte de arriba hasta la cintura era ajustado, pero de una tela flexible, y luego era amplio hasta las rodillas. Era de color negro, y sabía que era como un uniforme que debía utilizar en mis entrenamientos y ese color se debía a que debía aprender a manejar mis energías, sin tomar ninguna energía del medio y destruir energías que eran nocivas. También ese color es la conjugación de todas las vibraciones, de todos los colores juntos.

Este hombre era en su actuar muy recto, es decir al instruirme se veía muy  abstraído en este quehacer.

Este hombre se lo veía instruyéndome de manera enérgica y urgente.

Me decía (siempre por transmisión de pensamiento) que era imperioso que aprendiera ya todas estas cosas, que era con urgencia que utilizara esto.

Él me instruía en cómo usar mis dones. Él me decía cómo debía utilizar mi mente inconsciente y consciente, como conjugarlas en el poder creativo.

Me daba su clase mostrándome dos anillos que debía usar, uno era de oro y otro de plata. Estos anillos tenían la particularidad de estirarse y volverse muy grandes como aros y yo debía aprender a pasar por ellos y utilizar mi cuerpo para entrelazarlos.Ellos se iluminaban al trabajar, sobre todo cuando lograba equilibrarlos en un entrelazamiento perfecto.

Estos anillos luego se convertían en anillos que debía usar en mis dedos.

Me explicaba que mi deber llevarlos. Este Ser me explicaba que los anillos, son una herramienta para mí.

Significa la eternidad, el compromiso, la fidelidad,  la divinidad femenina, equilibrio, la responsabilidad. Que esto tenía una absoluta concordancia con este plano, y que el orden simbólico abría una acción directa aquí, en el cual podría expandir mi consciencia y abrir mis memorias de otras existencias.

Él me decía:

“Cómo pudiste experimentar en este último tiempo, tus memorias de estos planos, ya lo experimentas al despertar.

Cuando estás recobrando el nivel consciente puedes sumergirte en vivencias de estos planos.

Esto te será acrecentado cada vez más con el manejo de estos instrumentos.”

Estos anillos, que tenía en ese plano, llamémosle etérico, era como el nexo para poder utilizarlos acá en este plano terrenal. Como si fuera el entrelazamiento de dos mundos.

Recuerdo que no me gustaba eso de llevar esos anillos y este hombre con su rostro serio, me decía que era un deber y debía hacerlo, que no se trataba de si quería o no, que debía hacerlo.

Gracias, Gracias, Gracias a la Energía Creadora y a  este Ser por su dedicación y enseñanzas.