14 de Enero
de 2017
Sueño lúcido
Me
encontraba en otro planeta o dimensión. Estaba vestida con un pantalón blanco y
remera también blanca y un cinturón plateado con una gran hebilla en el centro
plateada.
Allí estaba
acompañada de tres Seres a los cuales conocía. Estaba conversando con ellos a
la vez que manejaba una computadora y decía que estaba programando el momento
en que mi vida terrenal terminaría.
Hare acá una
acotación:
Desde allí
podía ver mi vida actual, sabía de ésta y de diferentes acontecimientos que
ocurrieron y ocurrirán importantes en ella. Podía programar cuando terminaría
esta vida, pero esto lo hacía como un científico. Sabía que había hecho
determinadas “cosas” que había venido a realizar y que al momento de programar
mi partida de aquí estaría cumplida la misión que tenía.
Antes de
encarnar sabemos el recorrido de nuestra vida en sus principales aspectos y
también algunos caminos posibles, que de tomar uno u otro, esto marcará como
será nuestra partida. Cuando programaba esto, lo hacía sin emociones, sí con la
convicción de haber cumplido mi tarea. Sabía
que era lo que tenía que hacer y eso era todo.
Continuando
con el anterior relato:
Uno de estos
Seres extraterrestres me dice:
“Otras
dimensiones te esperan. Experimentemos ahora juntos un paso dimensional.”
En ese
momento se abrió ante mí como un agujero, en el mismo aire se abrió como un
gran tuvo de miles de colores hermosos. Este Ser me dice:
“Es lo que en
la Tierra llaman agujero de gusano, o
pase a otra dimensión. Vamos a sumergirnos allí y podrás experimentar un
momento único.”
Este Ser me
indica colocarme al lado de él, así lo hago. Y comenzamos a flotar al tiempo
que bajábamos por ese tubo (era como un tubo, era grande en tamaño) era de
miles de colores en forma circular siguiendo la forma del tubo. Se hacía muy impresionante
y hermoso ante mis ojos, al tiempo que flotábamos. La sensación era totalmente
maravillosa. Cuando íbamos atravesando ese tubo, a gran velocidad, se podían
ver estrellas que pasaban a nuestro lado y diversos planetas, como también esos
magníficos colores muy brillantes.
Este Ser me
decía luego:
“Así es el
pase entre dimensiones, algo muy placentero, si estás preparado para poder
pasar a esa dimensión.”
Allí al
salir nos encontrábamos en un lugar en el cual sabía que estaban trabajando con
unas computadoras. Pero eran como supercomputadoras, en las cuales había
códigos para manejarlas.
Había muchas
pantallas de computadoras, pero bastante más grandes que las de acá. Sus
teclados eran distintos. El material de los teclados era color plateado y sus
teclas eran finas, muy alargadas y eran como varias varillas rectangulares
plateadas enfrentadas unas con otras.
En ellas
algunas tenían letras, otros números con signos y otros números pero no de un
dígito sino de varios como 192.
Veía un
hombre joven trabajando con una de ellas.
Después de
un rato éste hombre me miraba y decía (por transmisión de pensamiento, pero
esta vez la comunicación la llevábamos también a cabo por medio de códigos
numéricos. No se porque pero comprendía esos códigos.)
“¿Me reconoces?”
En ese
momento puedo reconocer su rostro y cambia su fisonomía al de un hombre que
tiene en su pierna un problema físico. Ahí recuerdo que hace muchos años ya,
acerca de más de diez años, él se presentó como uno de mis guías.
Él me
explica:
“Si, soy ese
hombre que se presentó ante ti como tu guía. Encarne en la Tierra. Estuvimos
juntos, fuimos incondicionales y vos me ayudaste en esa vida, y quise luego ser
tu guía en esta vida en tus primeros años.
Ahora dame
tus códigos que has obtenido en la Tierra.”
Le daba
diferentes números con letras, códigos que significaban las misiones cumplidas
y él me daba otros que obtenía a mi favor y esto era el poder pasar a una más
elevada dimensión.
Este hombre
me decía:
“Ahora
podrás elegir disfrutar de una más elevada dimensión
en la que
continuarás tu evolución.”
Aún
despertando podía seguir viendo esa habitación, esos códigos, a este Ser, era
como si estuviesen en mi cuarto.
Gracias,
Gracias, Gracias al Divino arquitecto o Dios (como muchos le decimos), a estos Seres, a mi guía por
permitirme tan hermosa experiencia.
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