Sueño lúcido
23 de octubre 2020
Me encontraba en la casa de mis padres, en la habitación
de ellos. Lugar que hace ya más de diez años que no voy.
Estaba arrodillada frente a su mesita de luz.
Dicha mesita en su parte superior es de mármol, de colores claros, blanco,
vetas rosas y algunas beige.
Sobre ella había un cenicero de cristal.
Miraba ese objeto, al tiempo que con mi mano
desde lejos hacia un movimiento como intentando que se moviese hacia el lado
que le indicaba con mi mano.
Para mi sorpresa este cenicero se movió solo
hacia el lado que le señalaba, pensé entonces que era una tontería que no era
posible que suceda eso.
Y lo dije en voz alta “No puede ser que con mi
intención y el movimiento que realicé con mi mano este cenicero se haya
movido”.
En ese instante alguien apareció a mi lado era
una mujer. Pensé que quizás había sido ella la que movió el objeto. Pero ella
me transmitió: “Fuiste vos la que moviste ese objeto”.
Miré sorprendida hacia su rostro, su cabello era
largo y negro, contrastaba con lo blanco de su tez, su mirada era cautivante y brillante.
Su puso frente a mí, también en mí misma posición, pude entonces ver que en su mano izquierda llevaba un imponente anillo con una hermosa y gran piedra que parecía de cristal. Comencé a mirar esa piedra como obnubilada por su enorme belleza y detrás de ella, la
mirada cautivante de esta mujer.
En ese momento entré como en un torbellino de
miles, de millones de colores. Mi cuerpo, y todo mi Ser recorríamos a una velocidad
alucinante una espiral de los colores más bellos y brillantes que jamás había
visto.
Luego de ese fantástico viaje aparecí en un
lugar muy distinto. El suelo era blanco y me encontraba al aire libre. Podría
decir que el aire que allí respiraba era muy distinto al de acá.
Escuché dentro mío una voz conocida, al mirar
hacia el costado veo a mi papá (fallecido hace muchísimos años).
Me alegré mucho al verlo y él me transmitió:
“Siempre recuerda que la magia existe. Que la
tienes dentro tuyo, y que todo es posible si lo deseas y te lo propones. Puedes
más que mover un objeto, puedes hacer cosas maravillosas si te lo propones.
Siempre recuérdalo, puedes hacer todo lo que quieras con tu pensamiento, con tu
intención puesta en acción.
Y nunca olvides que siempre estoy a tu lado.”
Él lucía joven, vestía un saco de traje largo,
por debajo de la pantorrilla con un pantalón, todo en color blanco con unas
botas de igual color.
A lo lejos podía ver algunas construcciones como
de cristal.
Mi papá me miró estiró su mano hasta la altura
de mi frente.
En ese momento volví a entrar en un torbellino,
a una extrema velocidad y rodeada de los colores más hermosos que se deslizaban
rápidamente ante mi vista.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios, y a mi Papá,
por recordarme “QUE LA MAGIA EXISTE Y ESTÁ DENTRO NUESTRO”.
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