UN HERMOSO SUEÑO


Sueño lúcido
3 de abril 2020
Introducción:
Durante tres días he tenido sueños lúcidos muy similares. Y desde que todo esto comenzó los sueños lúcidos apuntan hacia el mismo lugar.
Hasta ahora no he querido escribirlos ya que no sabía si era un sueño que se repetía (en distintos escenarios, pero con el mismo final), porque me correspondía sólo a mí, o podía ser extensivo hacia otras personas.
¿Por qué el de hoy sí? Bueno, cuando diferentes figuras se hacen presentes en mis sueños me da la pauta que sí pueden ayudar a ver mejor una situación. Pero este en particular se repitió por tres días consecutivos.

Sueño lúcido:
Éramos aproximadamente un grupo de diez personas. Estábamos en una sala y el que estaba delante hablándonos era un piloto aeronáutico. Todos esperábamos para una sesión de vuelo simulado. Sabía que la mayoría de las personas que allí se encontraban habían pagado mucho dinero por asistir a esa sesión.
Yo pensaba que no había abonado dinero alguno por asistir allí, y por lo tanto no sabía si podía asistir a una.
El comandante se acercó hacia mí y me invitó a pasar a esa sesión. En esa sesión simulada todos participábamos del simulado vuelo.
Tenía la pantalla panorámica frente a mí, y realmente era como si despegara un avión y lo comandara por un largo vuelo.
En este viaje sucedían diferentes episodios, por momentos era un viaje tranquilo, con un cielo brillante y por otros atravesábamos, pozos de aire y tormentas en los que se sentía muy fuerte los cimbronazos que pasaba la aeronave.
En medio de todo este viaje, me levanté de golpe y comencé a ver todo esto cada vez más lejos y a la vez podía visualizar como que todo esto pasaba dentro de una enorme burbuja.
Cada vez me alejaba más y más, hasta poder atravesar la membrana de esta burbuja y encontrarme fuera de ella.
Por un lado, podía ver esta enorme burbuja donde se desarrollaba la escena y otras de la vida cotidiana y por otro yo estaba en el vacío, que ya algunas veces mencioné, que podía definirse como la nada y el todo a la vez.
Ese lugar donde todas las posibilidades coexisten al mismo tiempo. Podía ver en medio de esa nada una pequeña luz muy brillante, el paralelo que puedo hacer es como cuando se enciende una luz ultravioleta en medio de la oscuridad, e ilumina algo blanco. Ese blanco brilla como un diamante en la oscuridad.
Me fui acercando hacia esa luz que se iba agrandando más y más a medida que me acercaba. Allí estaba mi mamá. Me puse inmensamente feliz al verla y sentirla. Mi alegría era inmensa.
Se veía muy joven como de unos veinte años. Lucía muy hermosa y elegante. Vestía un conjunto de saco y pollera al cuerpo cuadrillé blanco y negro, estilo Chanel, con una blusa blanca debajo. Su cabello en el costado tenía una fina hebilla larga color azul, que aumentaba más el brillo de su cabello.
Sus ojos brillaban junto con su sonrisa, enmarcada por sus labios rojos.
Ella me transmitía:
“Como los sueños que has tenido. Es sólo una burbuja donde sucede lo que entendés por realidad.
La cual como estás experimentado día tras día, te mostramos que sólo es eso, una burbuja, o una construcción, así como el simulacro de vuelo que experimentaste recién.
Allí se siente como muy real, pero es una simulación, una puesta en escena, elegido por cada uno de los seres sintientes (que forman Uno). Eligen una realidad conjunta a experimentar, que a su vez cada uno la vivencia en forma particular.
Cada ser, elegirá que parte decide ver en esta historia.”
Mientras ella me transmitía este mensaje, pensaba el porqué de su vestimenta.
Ella me transmite:
“Sus almas son faros que alumbran el camino.
Elegí esta esta ropa, porque tendrá que ver con lo que será. Pero esto lo irás descifrando con el correr de los días.
Desde este rinconcito en el sur de esta Tierra empezará a ser visible una pequeña luz.”
Gracias, Gracias, Gracias a Dios y a mi mamá por este hermoso encuentro.



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