Sueño lúcido
20 de junio 2019
Escucho un sonido como si fuese un timbre muy
suave, lo extraño es que lo siento como si estuviese debajo de mi almohada. No
me quiero despertar para ver de dónde viene ese sonido, pero al rato lo vuelvo
a escuchar. Entre dormida y despierta veo como una imagen blanca acercarse a
mí. Tiene forma parecida a un humano, pero solo diviso como una energía blanca,
escucho muy cerca que me dice que me levante.
Al hacerlo, puedo ver mi habitación
perfectamente como desde arriba, pero no me veo durmiendo en mi cama como me ha
pasado otras veces. En ese instante me pregunto “...entonces esto no es como me
sucede siempre, porque no veo mi cuerpo en mi cama. Pero a la vez me digo voy a
ver cada parte de esta habitación para darme cuenta si estoy realmente aquí, o
solo es un sueño común”.
Voy y observo determinados lugares y puedo ver
que si que esta igual determinadas cosas que dejé antes de acostarme. Observo
mis manos, puedo ver que soy yo.
Lo que me doy cuenta es que esta energía blanca
sigue a mi lado y hasta siento dentro mío su mirada, aunque repito que solo era
una energía blanca con forma humana.
Siento empatía con esta energía, me siento muy
bien a su lado.
En ese momento siento un torbellino como si
viajase a miles de kilómetros por segundo y al volver a mirar a mi alrededor
puedo ver algunas varias personas, algunas que conozco otras no, todas parecían
estar bastante atareadas, o apuradas.
Una de ellas que conozco, para a mi lado y me
transmite, me ves así porque con esta fisonomía me conocés en la Tierra, pero
tenemos muchas más.
Luego puedo ver a mi hija y ella me dice”
Estamos compartiendo este sueño, acompañame y viajemos por aquí”.
Recorrimos varios paisajes, nos divertíamos yendo
por diferentes lugares, y hasta comíamos helado juntas.
Vuelvo a escuchar ese sonido del comienzo, un
timbre suave y siento un cimbronazo en mi cuerpo, lentamente abrí mis ojos.
Pude ver exacto todas las cosas que había dejado antes de dormir y que pude
observar cuando esta "energía blanca" me pidió que me levante.
La experiencia fue muy linda, pero las cosas extrañas vinieron luego.
Al tomar el celular, que guardo en la otra punta de mi habitación y que siempre lo apago con el cien por ciento de la carga, al abrirlo
casi no tenía carga. Aunque no le di trascendencia.
Cuando mi hija se levantó, vino a decirme que su
celular el cual, también apagó la noche anterior con toda la batería cargada, estaba totalmente descargado. Aclaro que ella duerme en otra habitación.
Y algo muy llamativo fue que ella me dijo:
“Sabés mamá, soñé que estábamos en un lugar
juntas con varias personas algunas conocidas, y nosotras paseábamos por
diferentes lugares y hasta comíamos helado juntas..."
Me emocionó mucho escuchar su relato, que aquí lo
he resumido pero que era igual a mi sueño.
Jamás pensé que nos podía ocurrir
esta experiencia.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios por permitirme
esta hermosa y emocionante experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario