Sueño lúcido
19 de Octubre 2018
Estaba en mi casa, iba a entrar a la habitación
y salía una joven de allí. Al mirarla me quedé atónita, porque la que salía de
allí era yo, pero veinte años menos, más exactamente 18 años atrás.
No me salían las palabras, me quedé mirándola
creo que un buen rato.
Cuando pude le pregunté Quién era.
Ella me sonríe y me dice: “¡Vos!”
No entendía, porque me encontraría conmigo.
Ella tomó mi mano y en ese instante pude ver
cómo hubiesen sido varias situaciones de ese entonces si yo hubiera tomado
otras decisiones.
Al volver de ese viaje, ya que fueron flashes de
algunos hechos puntuales con diferentes finales y consecuentes continuidades.
Ella me mira, me sonríe y me abraza.
Fue muy extraño y una fuerte emoción, ya que me estaba
abrazando a mí y a todo ese pasado.
Tan fuerte fue esa emoción que comencé a
despertar, entreabriendo mis ojos todavía algo dormida veo la sombra de alguien
entrando a mi habitación. Intentaba despertarme del todo para ver quien era.
Pero sentía que alguien se acercaba, abrí mis
ojos con esfuerzo y con asombro veo acercarse a mi papá (fallecido ya hace
muchos años). Él caminó hacia un lado de mi habitación mirándome y luego se
acercó a mí, por el costado de mi cama. Estaba tan emocionada y asombrada que
tenía miedo de hablarle y que se asustase o desvaneciera esa imagen que veía.
Él se acercó y me susurró al oído:
“Aquí estoy para cuidarte. Te quiero mucho.”
Luego besó mi mejilla y sólo lo miré y sonreí.
Me sentía muy feliz y emocionada de verlo,
sentir su beso en mi mejilla fue maravilloso.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios, a mi Papá y a
ese Yo mío del pasado, por permitirme estos hermosos encuentros.
Todavía al despertar sentía el calor de su beso
en mi mejilla.
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