DE SUEÑO LÚCIDO A VIAJE ASTRAL
12 de mayo 2020
Sueño lúcido
Estaba en una sala conversando con dos mujeres.
Como digo siempre, soy consciente de estar en un
sueño y muchas veces puedo cambiar el sueño.
En esta ocasión me aburría un poco ese sueño, la
conversación no era muy interesante.
Cambio el sueño y me encuentro mirando de lejos
el comedor de la casa de mi hermana, viéndola sentada a la mesa con su familia.
Me sonreía viéndolos de lejos y sintiendo que
estaban felices.
En ese momento siento que alguien está a mi
lado, pero lo siento al lado de mi cama.
Siento el impulso de incorporarme. Allí estaba
este ser, su rostro era de un joven con pelo hasta los hombros rubio, Tenía una
hermosa capa roja y debajo una especie de túnica (lo menciono así, porque esta
túnica se encontraba ceñida en su cintura, eso la hacía como abultada y le llegaba
hasta las rodillas).
Este ser no tocaba el piso, se encontraba más o
menos unos diez centímetros del suelo. Podía ver una luz que emitía el contorno
de su cuerpo y también por debajo.
Este ser me extiende su mano, invitándome a que
lo acompañe.
Al mismo tiempo al girar, me veo durmiendo en mi
cama.
Tomo su mano y en ese instante nos encontramos en
una hermosa playa a orillas de un gran río.
El paisaje era muy bello, la tierra era clara
mezclada con arena blanca, se encontraba bañada por un sol resplandeciente.
El agua era transparente, me invitaba a entrar y
sentirla en mi piel. Pero no sabía su profundidad.
Comencé confiada a caminar y me vi caminando
sobre esas aguas.
La sensación era absolutamente increíble. Caminé
bastantes metros hacia adentro sobre el agua cristalina.
Al volver pude ver que en la orilla se
encontraba mi papá sonriente que me transmitió:
“Confía, como confiaste cuando entraste en este
río.
Confiaste y estás caminando sobre el agua.
Confía y hasta las montañas se abrirán a tu paso.
Si confías en vos, todo lo desees ahí estará
Ten fe y
todo lo que llamas milagro sucederá. Porque esa es la llave”.
Estaba muy feliz de verlo, mi alegría era
inmensa de poder sentirlo cerca de mí.
Gracias a este Ser que me invitó a este viaje y
allí pude encontrarme con mi papá. Inmensas Gracias a mi papá por sus enseñanzas.
Gracias, Gracias, Gracias a Dios y a todos los
que se hicieron presentes, por permitirme estas hermosas experiencias.
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