18 de
Diciembre 2016
Sueño lúcido
Me
encontraba en un jardín muy grande rodeada de plantas y flores, en otro planeta,
en otra dimensión.
Sabía que
era el jardín de mi casa allí.
Subía a lo
que sería la terraza, miraba muy bien la forma que tenía, era la de un
tetraedro invertido.
Podía
apreciar perfectamente la construcción de ese lugar. Era de color anaranjado, y
ver cada uno de sus lados que formaban un perfecto tetraedro invertido. También
podía apreciar que la casa tenía más de un piso y que cada uno tenía esa forma.
Al mirar al
lado, desde mi terraza la otra casa, podía ver que se repetía la misma forma. También
era un tetraedro invertido y tanto mi casa como la otra tenían varios pisos que
eran tetraedros invertidos uno encima del otro. Quedaban perfectamente bien
cada piso en su estructura.
Podía apreciar
que había máquinas que se conducían solas realizando diferentes tareas en el
jardín, como remover la tierra, cortar el césped. Hacían las labores solas
nadie las manejaba.
Al hallarme
en esa terraza y estando en medio de ella sentía como fluía la energía, como el
estar allí en medio de ese tetraedro mi energía se elevaba exponencialmente.
Estaba
vestida con una chaqueta turquesa y unos pantalones del mismo color, la tela
era ligera y suave.
Podía ver el
cielo muy celeste y sentir la inmensidad de mi Ser estando allí.
Era
consciente del Ser que Soy en todo su esplendor y eso era suficiente para
sentirme plena, dichosa de sentir ese aire, de mirar ese cielo y de estar en
ese lugar tan especial.
Podía ser consciente
de quien soy, de toda mi existencia en
el sentido más profundo.
Estar en
medio de ese tetraedro invertido, era como un amplificador de energía, la cual
sentía en cada milímetro de mi Ser.
Sabía que
estaba ahí para energizarme, sintiendo la vibración mi Ser. Esta labor hacía
que elevara de manera exponencial mi vibración y así mi creación sería cada vez
más perfecta.
Gracias,
Gracias, Gracias por tan hermosa y singular experiencia de mi Ser.
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