UN REGALO DE NAVIDAD: MÁS QUE UN SUEÑO LÚCIDO


24 de diciembre de 2016
Me encontraba en el centro de la ciudad, rodeada de edificios. Caminaba por ahí cuando miré al cielo y vi una gran nave cruzar el cielo. Era ovalada formada de tres discos uno central más grande y uno más pequeño a cada costado, su color era violáceo, también podría haber sido producto del reflejo de la luz solar ya que era de día. Al verla me quedaba boquiabierta mirándola pasar,  pensando si era lo que yo creía que era. Tras esta nave aparecieron dos naves mucho más pequeñas también en forma de disco ovalado y tras esta otra de tamaño mediano de la misma forma que las anteriores y luego otras dos más pequeñas que repetían la misma forma. Las últimas tomaban un color rosado.
Me quedaba parada allí en esa esquina observando todo.
Cuando noto delante de mí un puesto callejero de comida, detrás de este carrito veo a un hombre muy alto y delgado vestido íntegramente de blanco, que me miraba y me transmitía su pensamiento. Esto me llegaba directamente a mi cerebro, tanto sus palabras como muchas imágenes de lo que él me estaba transmitiendo:
“Son de mi planeta, vienen siempre a verme a mí y a otros.
Pasan seguido por aquí. Siempre durante toda tu vida estuviste en contacto con nosotros. Muchas personas que han aparecido en tu historia acá en este planeta han venido desde allá para cuidarte y guiarte.”
En ese momento comenzó a enviarme mentalmente fotografía de diferentes personas que han aparecido en mi vida. Contaré una, por ejemplo fue una maestra de sexto grado de mi escuela primaria (tenía once años de edad), la cual era muy particular. Ella era muy alta más de un metro ochenta y pico, muy robusta y sus ojos eran de un celeste muy cristalino, su mirada era penetrante, sus ojos parecían transparentes.
Lo particular es que ella cuando tenía oportunidad me decía que era muy buena para las matemáticas, que recuerde que era muy sobresaliente (acá explico que si bien era buena alumna no creía sobresalir en matemáticas, sin embargo con su mirada impresionantemente impactante siempre me decía recuerdas eres mucho más buena de lo que tu crees).
Este Ser me transmite también:           
“¿Por qué crees que sabía todas estas cosas que están sucediendo actualmente?”
Acá me pasa por transmisión de pensamiento los recuerdos que yo tenía de las cosas  particulares  que ella nos contaba.
Por ejemplo esta maestra nos hablaba sobre las diferentes catástrofes a nivel climáticas que ocurrirían en este tiempo actual si el ser humano seguía con las conductas destructivas que tenía hacia el medio ambiente. Estas cosas pensarlas en esos tiempos nos parecían imposibles. También sobre las diferentes construcciones de represas que estaban haciendo en nuestro país, ella decía que estaban mal hachas y que en algún momento (nombraba los años actuales) se romperían sus compuertas inundando varias provincias del este de nuestro país y desapareciendo las mismas bajo el agua.
Así me iba pasando las fotografías y recuerdos puntuales de diferentes personas que aparecieron en mi vida.
Este Ser me inspiraba confianza y sabía desde lo más profundo de mí ser que me estaba diciendo la verdad.
De golpe aparecieron varias palomas y él me transmitía:
“Muchos de los animales que están en este planeta son consciencias superiores. Han venido acá con la misión de ayudar a la Tierra. Ellos se encargan de purificar el aire de limpiar  las aguas.”
Por un momento me quedé pensativa pensaba si era verdad todo esto que estaba experimentando.
Él me transmitía:
“Todo es cierto lo que estás viviendo aquí, hace muchos años que te lo venimos diciendo. Vos los llamas sueños lúcidos pero son más que esos.
¡Abre tus ojos y verás que estoy acá!”
En ese momento pensaba si abro mis ojos se terminará esta experiencia. Luego de un rato comencé muy despacio a querer abrir mis ojos, comencé a vislumbrar que la persiana de mi habitación se reflejaba una luz violácea y luego rosa, no había nada en mi habitación que pudiera realizar ese efecto en la ventana. Giré mi cabeza hacia el costado derecho en el cual tengo un espejo en el cual se podía ver los mismos colores. Toda mi habitación parecía teñida de estos colores.
Escuché por transmisión de pensamiento:
“¡Abre las persianas!”
Abrí lentamente la persiana y pude ver una nave, allí arriba en el cielo. Por supuesto quedé muy asombrada. Y  escuché por transmisión de pensamiento:
“¡Salúdanos!”
Allí comencé a ver como esta nave destellaba luces violáceas y luego rosas.
Gracias, Gracias, Gracias a este Ser, a estas naves por hacerse presentes y haberme hecho vivenciar esta hermosa e inolvidable experiencia.






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