Sueño lúcido
24 de
Octubre 2017
Me
encontraba sola en mi casa, tal cual como soy actualmente. Allí estaba haciendo
algunos trabajos que hago habitualmente y sentía un mareo que me obligaba a
acostarme.
Estando en
la cama cerré mis ojos y de inmediato entré en un sueño.
Me veía en
una gran habitación estaba oscura, allí aparecía mi mamá. Ella me decía:
“Hola, quería
saludarte antes que sigas tu camino”.
Ella se iba hacia otro lado y desaparecía.
Ella se iba hacia otro lado y desaparecía.
Luego veía
que mi cuerpo emanaba una luz blanca y la habitación se iluminaba.
A mi lado
aparecían dos seres blancos. Su aspecto era humano, su piel
muy blanca, sus ojos grandes y rasgados. Sentía mucha paz.
Ellos me
invitan a seguir avanzando. Allí delante había una puerta.
Caminamos y
al ponerme frente a ella se abre y una gran luz venía de ahí. Esa luminosidad
lo inundaba todo.
Al seguir
ese camino y atravesar ese portal mi luminosidad y la de los que me acompañaban
se intensificaron exponencialmente. Podría decir que mi cuerpo solo era luz.
Ellos me
transmiten:
“Este es tu
cuerpo energético”.
La conexión
con ese lugar fue instantánea al mismo tiempo armónica. Allí no había tiempos,
todo era al unísono.
Se abrió en
mí la comprensión de todo y del Todo. Algo así como un instante de comprensión absoluta, donde era tan sencillo entender todo , y que al intentar explicarlo con palabras se haría complicado.
Era “un lugar” de éxtasis absoluto, la paz que sentí fue extraordinaria.
Era “un lugar” de éxtasis absoluto, la paz que sentí fue extraordinaria.
Los
pensamientos de estos seres llegaban a mí de un modo puro, es esa la explicación
más cercana que puedo dar, ya que es una vivencia difícil de explicación.
Gracias,
Gracias, Gracias a esos seres y a Dios por permitirme transitar esta hermosa
experiencia.
Al
despertarme todavía sentía una sensación de paz enorme que me invadía. Y lo
difícil que es luego de una experiencia así continuar con la vida habitual.
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