24 de Junio
2016
Sueño lúcido
Veía muchos
perros, estaban exaltados. Eran muchos perros enfurecidos. Venían perros de
otros lados que se sumaban, con ladridos ensordecedores. Había enormes perros
entre otros más pequeños. Parecían enardecidos a punto de devorar a cualquiera.
Decía tantos
perros que hacen acá. Luego escuchaba una potente voz decir:
-“San
Francisco”.
Veía la
escena esos perros totalmente embravecidos. Luego volvían a venir de otros
lados más perros enfurecidos que se seguían sumando a los que ya estaban ahí.
Y pensaba
¿Qué hacen esos perros?
Volví a
escuchar una potente y clara voz decir:
-“San
Francisco, él apaciguará a las fieras.
Él vino a
calmarlas. Hasta que tenga que ser.”
Al instante
los perros se calmaron por completo, permanecían tranquilos.
Entonces
levanté mi vista y ví delante de mí, a San Francisco de Asís. Su mirada muy profunda desbordaba
ternura. Se hallaba en medio de todos esos perros, que en ese momento parecían
totalmente inofensivos.
San
Francisco de Asís me dijo (por transmisión de pensamiento):
-“Apaciguar las
fieras. Sólo por un momento.”
Comenzaba a
despertar, era raro porque al mismo tiempo en que estaba despertando esa experiencia
seguía. La escena continuaba y yo sabía que estaba despertando.
La imagen de
San Francisco de Asís seguía allí, mirándome podía sentirlo dentro de mí. Y
escuchaba decir
“-…Y el tiempo
llegó, el instante más oscuro antes del amanecer.”
Gracias, Gracias, Gracias a San
Francisco de Asís por ayudarme a comprender.
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