2 de Junio 2017
¿Sueño
lúcido?
Quisiera
hacer una aclaración, que en un principio parecerá loca, pero después tendrá
que ver con el relato.
Generalmente
ahora que acá en Argentina es otoño, muy cercano al invierno, hace frío. Por lo
que utilizo un pijama para dormir, pero en ésta oportunidad tomé un pantalón de
un viejo pijama y una remera cualquiera y encima un buzo que actualmente no
uso. Sí, una unión de varias prendas que no utilizo habitualmente.
Supuestamente
estaba dormida, me veo desde arriba en mi cama. Seguidamente me siento atraída
hacia un lugar. Veo el mar y unas rocas grandes. El mar estaba grisáceo al
igual que el cielo. Allí sentada veo a alguien que conozco. Esta mujer se veía
muy melancólica. Lo particular es que me encontraba vestida igual que como me
fui a dormir, con esa unión de varias prendas que antes mencioné.
Esta mujer
al verme se sorprendió gratamente. Le parecía algo imposible que estuviera en
esa escena.
Le digo,
vine porque me llamaste. Ella me contesta sí, que estuvo pensando en mí.
Conversamos
un rato y luego le dije que me tenía que ir. Ella quería que me quede un rato más, pero
le dije me tengo que ir ya que vine así, mostrando mi ropa que era la de cama. Ves
estoy en pijama.
Vine porque
me llamaste pero ya tengo que irme a mis sueños.
En ese
momento en que yo caminaba para irme, apareció una chica, parecía casi etérea. Era
muy blanca, su piel era casi traslúcida, muy rubia de cabello largo lacio, sus
ojos eran claros, vestía un vestido de gaza blanca.
Esta chica
me transmite telepáticamente:
“Vine a buscarte, porque tienes que regresar. Esto no es un sueño. Estás en una escena de la mente de ella (persona que había ido a ver).
“Vine a buscarte, porque tienes que regresar. Esto no es un sueño. Estás en una escena de la mente de ella (persona que había ido a ver).
Tu cuerpo
está solo, durmiendo. Y estas viajando, lo que te atrajo fue el pensamiento,
sentimiento fuerte de tristeza que ella emitió.
Te viste
atraída y viniste. Pero debes regresar y estoy para conducirte por este espacio,
ya que este sitio en el que estás no es tu lugar habitual”.
Esta chica
tomó mi mano, su mano era casi transparente y al tocarme, en esa unión ambas
manos se iluminaron.
Me
encontraba flotando por el espacio. Veía pasar de manera muy rápida lugares,
escenas debajo, como si pasáramos una película en cámara rápida.
Luego veo mi
cuerpo en la cama. Acto seguido siento como un cimbronazo y abro mis ojos.
Tenía una
extraña sensación como de haber tenido algo más que un sueño.
Gracias,
Gracias, Gracias a ésta chica y a Dios por permitirme estas hermosas
experiencias.
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