Sueño
lúcido-Visión
2 de Septiembre
2017
Introducción:
Cuando me
suceden este tipo de sueños o revelaciones, no las escribo de inmediato, espero
a tener más confirmaciones, y entonces si
las recibo, creo las puedo comunicar.
Varios
sueños lúcidos había tenido en los que se anunciaban hechos similares, hasta
hoy que tuve este “sueño- visión” y me pareció oportuno escribirlo.
Era la
mañana comenzaba a despertar cuando vi la una imagen blanca delante de mí.
Quedé
atónica al verla, era la imagen de la Virgen María. Llevaba un manto blanco en su cabeza y un
vestido también blanco. Al mirarla sus ojos eran luces.
Ella estaba
muy cerca, parada a mi lado y me era difícil reaccionar. La miraba y me
preguntaba si era real lo que estaba viendo.
Ella me
transmite:
“Soy yo, María”.
Las luces de
sus ojos penetraron en todo mí Ser. En ese instante fui envuelta en luz, al
tiempo que escuché:
“Estos
hechos sucederán ahora sobre esta Tierra”.
Era un lugar
al aire libre, era un campo o gran parque veía muchas personas que miraban al
cielo. Yo estaba a un costado, también miraba el cielo.
En ese
momento veía unas luces muy fuertes provenían del cielo, no puedo precisar qué
era, pero era una intensa luz. Esas luces eran extremadamente fuertes que
venían directo hacia la Tierra. Esa luz lo iluminaba todo, con una intensidad
que jamás había visto, todo quedaba expuesto y desnudo ante semejante claridad.
La gente que
miraba hacia el cielo, algunas caían de rodillas tomándose la cara entre sus
manos, como si esta luz las cegara. Otras miraban fascinadas hacia esa luz, como
queriéndose ir con ella, deseando que esa luz las abrazara.
El cielo era
sólo esa luz intensa y potente que se dirigía hacia la Tierra.
Escuchaba
una voz clara y fuerte decir:
“Ni bueno ni
malo, sólo hechos. La Luz que revela todo, algunos no lo soportarán y otros
despertarán.
El que porta
luz brillará más. El que vive en la oscuridad la luz lo cegará aunque tendrá un
instante en que podrá ser salvo si cree”.
Gracias,
Gracias, Gracias a la Virgen María y a Dios por estas experiencias que me
permitieron vivir esas revelaciones.
Creo jamás
olvidaré tanto la presencia de la Virgen María y los rayos de luz que emanaban sus ojos, como esa potente luz que provenía del cielo estremeciendo cada centímetro de mi Ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario